CUAL ES LA OBRA DE SHAKESPEARE QUE NO ES UN TRAGEDIA

Una obra de Shakespeare que no es una tragedia es " El sueño de una noche de verano ", ya que es una comedia escrita alrededor de 1595 que narra la historia de dos parejas de amantes y personajes mitológicos. Shakespeare escribió muchas obras en géneros diferentes, incluyendo comedias , tragedias , obras históricas y romances . Comedias: A menudo presentan enredos románticos, personajes humorísticos y finales felices. Tragedias: Se enfocan en personajes nobles que enfrentan un destino funesto, como en Hamlet , Macbeth y Otelo . Obras históricas: Se centran en la vida de reyes ingleses. ¿Qué obras de Shakespeare no son tragedias y por qué siguen siendo fundamentales? TLDR: Las obras de Shakespeare que no son tragedias —comedias, dramas históricos y poemas— revelan su genio desde otros tonos: la risa, el poder y la belleza del lenguaje. Descubrirlas es entender la otra mitad del alma shakespeariana. Introducción No todo en Shakespeare es muerte, traición o destino. Tam...

Queja de una Amante: qué cambia si lo escribió Shakespeare

El Enigma de "Queja de una Amante": Un Análisis Profundo del Poema Atribuido a Shakespeare



En el vasto universo de la obra de William Shakespeare, entre las cumbres de sus grandes tragedias y el ingenio de sus comedias, existe un rincón enigmático y a menudo ignorado: el poema narrativo "Queja de una Amante" (A Lover's Complaint). Publicado originalmente junto a los célebres Sonetos, este texto se presenta no como un lamento idealizado, sino como una cruda "confesión de derrota". Es el testimonio de una batalla perdida donde la razón sucumbe ante la pasión, dejando como único trofeo la "dulce amargura de la rendición", ese instante en que el corazón, herido y exhausto, acepta las cadenas que lo atan. 

La trama central, en su aparente simplicidad, esconde una profunda complejidad psicológica. A orillas de un río, una joven desengañada cuenta la historia de su seducción y abandono a un pastor. Su relato, enmarcado por la destrucción de cartas y joyas que fueron símbolos de un amor fallido, no busca redención ni venganza, sino que explora la anatomía de su propia vulnerabilidad.

 Este análisis se adentra en el misterio que envuelve a "Queja de una Amante", abordando las preguntas fundamentales que han intrigado a críticos y lectores durante siglos. ¿Es realmente una obra de Shakespeare, o un apéndice añadido por un editor astuto? ¿Qué revela su compleja estructura narrativa sobre la psicología del desengaño amoroso? Y, finalmente, ¿cuál es su verdadero significado literario y su lugar en el canon? Para desentrañar estas cuestiones, es preciso comenzar por conocer a los protagonistas sin nombre que dan voz a este íntimo drama. 

Los Protagonistas Anónimos: ¿Quién Habla y a Quién? En la literatura de la era jacobina, la ausencia de nombres propios no era una omisión casual, sino una estrategia deliberada. Al despojar a los personajes de una identidad específica, el autor los eleva a la categoría de arquetipos, transformando una anécdota particular en una meditación universal sobre el amor, la seducción y el desengaño. En "Queja de una Amante", este anonimato centra la atención del lector no en los individuos, sino en la dinámica atemporal que representan.

La Amante: Una "Doncella Voluble"

La protagonista es una joven "devastada por el dolor", cuya belleza original aún se percibe a través de la pena. El narrador la encuentra junto a un río, en un acto catártico de destrucción: rompe cartas, anillos y arroja a la corriente joyas de "ámbar, cristal, azabache". Su estado psicológico es profundamente ambivalente. A pesar de reconocer con lucidez el engaño y la falsedad de su seductor, su lamento culmina en una admisión desconcertante: en la estrofa final, confiesa que, de enfrentarse de nuevo a la misma situación, podría "fácilmente cometer los mismos errores otra vez" (she might easily make the same mistakes again). h2>El Seductor: El Joven de Atractivo Irresistible El joven que provoca la queja es un maestro de la persuasión, dotado de un atractivo físico y una elocuencia arrolladores. Se le describe con el pelo castaño ("brown hair"), como un jinete excelente ("excellent rider") y poseedor de una "voz seductora y una cierta cualidad persuasiva" (beguiling voice and a certain persuasive quality). Su método de seducción es tan astuto como cruel: confiesa abiertamente sus numerosas aventuras pasadas, minimizándolas como meramente físicas ("merely physical"), y para probar su "sinceridad", le entrega a la joven los regalos que ha recibido de otras amantes, entre ellas, una monja ("a nun") que abandonó sus votos por él.

Los Oyentes: El Pastor y el Narrador

La historia se nos presenta a través de dos filtros. Primero, un narrador en primera persona no identificado que, relajándose en el campo ("down I laid"), observa la escena inicial y la describe con detalle. Luego, un "anciano pastor" (old shepherd) que se acerca a la doncella para preguntarle por la causa de su dolor. Ambos personajes actúan como un recurso de encuadre narrativo que introduce el monólogo central de la joven, pero una vez cumplida su función, desaparecen por completo de la historia, cediendo todo el protagonismo a la voz de la amante. Al mantener a estos cinco personajes en el anonimato, el poema trasciende el relato personal para convertirse en un estudio sobre la mecánica universal del poder, el deseo y la vulnerabilidad en las relaciones humanas. Este paso de los arquetipos universales a la historia muy específica y controvertida de la publicación del poema revela un objeto tan enigmático como los personajes que retrata.

Historia de una Publicación: Entre los Sonetos y la Duda

El origen del enigma que rodea a "Queja de una Amante" reside en las circunstancias de su publicación. Su aparición en 1609, como apéndice a la primera edición de los Sonetos de Shakespeare, es el único pilar que sostiene su atribución al Bardo, una base que, con el tiempo, ha sido erosionada por un intenso escrutinio crítico y análisis estilométrico.

Publicación en 1609: Un Apéndice a los Sonetos

El poema vio la luz por primera vez en el cuarto editado por Thomas Thorpe, presentado como una "coda o post-script" a la célebre secuencia de sonetos. Aunque comparte una forma poética narrativa con obras como "Venus y Adonis" y "La Violación de Lucrecia", está escrito específicamente en la forma estrófica conocida como Rhyme Royal (rima real). Sin embargo, su conexión con los Sonetos fue, durante mucho tiempo, tenue. Según fuentes editoriales como Galaxia Gutenberg, durante casi cuatro siglos el poema fue víctima de la "indiferencia", y solo en tiempos recientes se ha comenzado a defender el "carácter inseparable de ambas obras", invitando a los lectores a juzgar por sí mismos.

La Gran Controversia: ¿Es Realmente de Shakespeare?

La autoría del poema está "muy disputada" (much disputed). La única evidencia que lo vincula a Shakespeare es la decisión del editor Thorpe de incluirlo en su publicación de 1609, un hecho que no constituye una prueba irrefutable. La duda ha sido alimentada por análisis modernos, destacando el trabajo del Claremont Shakespeare Clinic. Los hallazgos de esta clínica son contundentes. Sus "tests de exclusión" (exclusion-tests) están diseñados para identificar rasgos estilísticos que no corresponden a la huella estilística de Shakespeare ("red-light, can't-be-Shakespeare"). Los resultados son estadísticamente condenatorios: "Queja de una Amante" (LC) presenta "seis rechazos en quince tests". Para poner esto en perspectiva, de los sesenta y nueve bloques de verso canónicos de Shakespeare analizados por la clínica, ninguno obtuvo más de dos rechazos. Además de las dudas estilométricas, algunos críticos han propuesto autores alternativos, como el poeta John Davies de Hereford. Lejos de restarle valor, esta controversia ha revitalizado el interés en "Queja de una Amante". La duda sobre su autoría lo ha transformado de una simple curiosidad literaria a un fascinante caso de estudio sobre los métodos de la crítica textual y la atribución en la era moderna, obligándonos a mirar más allá de la firma y a sumergirnos en la anatomía de su contenido.

Análisis Literario: La Anatomía de un Desengaño

Independientemente de quién sostuviera la pluma, "Queja de una Amante" es una obra de notable sofisticación estructural y psicológica. Para comprender su poder duradero, es necesario diseccionar la arquitectura narrativa y los recursos estilísticos con los que construye su implacable retrato del desengaño amoroso.

Estructura Narrativa en Cuatro Actos

El poema se desarrolla a través de una estructura clara, casi teatral, que guía al lector desde la observación externa hasta la confesión íntima. La fuente Bardology identifica cuatro partes bien definidas: 1. Versos 1-70: El narrador describe la escena junto al río, presentando a la doncella en su acto de dolor y destrucción de recuerdos. 2. Versos 71-175: Comienza el monólogo de la doncella, quien describe al pastor la irresistible atracción física y verbal que sentía por el joven. 3. Versos 176-280: La doncella reproduce los discursos seductores del joven, revelando sus métodos de manipulación emocional. 4. Versos 281-329: La joven reflexiona sobre su "caída", la entrega de su afecto y su incapacidad para aprender de la experiencia, culminando en la paradoja final.

Temas y Metáforas Centrales

El poema está tejido con una red de imágenes y metáforas que refuerzan sus temas principales. A través de ellas, la narración adquiere una profundidad que trasciende el simple lamento: • El Engaño y la Persuasión: El recurso clave del seductor es su habilidad para "vestir la falsedad con el orgullo de la verdad" (livery falseness in a pride of truth), una metáfora sobre la apariencia que resalta su capacidad para disimular sus verdaderas intenciones. • La Inocencia Perdida: La joven utiliza la metáfora de la flor para describir su entrega: "le di toda mi flor" (gave him all my flower). Es crucial notar que el texto mismo refuta la interpretación de que esto se refiere a la virginidad física, ya que los versos siguientes (148-154) indican que mantuvo su honor físico, sugiriendo una entrega emocional y espiritual completa. • El Amor como Batalla: El conflicto emocional se describe a través de imágenes militares. El asedio a su corazón es un asalto o "batería" (batt'ry), representando el amor no como una unión armoniosa, sino como una conquista violenta. Esta imaginería de conflicto y conquista culmina en un desenlace que no ofrece tratado de paz, lo que distingue radicalmente al poema de las comedias románticas de Shakespeare.

El Final Abierto: Un Contraste con las Comedias

El poema se distancia de los finales felices que caracterizan a las comedias de Shakespeare, donde "chico conoce a chica, y todos viven felices para siempre" (boy meets girl, and everybody lives happily ever after). Su tono pesimista y su conclusión sin resolver lo acercan más a la tragedia de los poemas narrativos como "Venus y Adonis" o "La Violación de Lucrecia". La paradoja final es devastadora: la joven reconoce que las mismas características que la exasperan y le causaron dolor son precisamente aquellas que "la traicionarían una vez más" (would yet again betray her). Esta admisión no es solo una paradoja; es la suprema "confesión de derrota" anunciada desde el principio, un reconocimiento de que la razón ha perdido irrevocablemente la batalla contra el deseo. 

Esta complejidad psicológica, junto a un final que rechaza ofrecer una moraleja clara o una resolución satisfactoria, convierte al poema en una obra sorprendentemente moderna y desafiante. Esto nos lleva a preguntarnos por el mensaje que transmitía a su público original y cómo era decodificado en la sociedad jacobina. El Mensaje y su Receptor: Códigos en la Era Jacobina La búsqueda de un "mensaje oculto" en obras de esta época es una tentación recurrente. Sin embargo, el verdadero mensaje de "Queja de una Amante" no parece residir en un código secreto, sino en su sofisticado y audaz análisis de la psicología humana y las dinámicas de poder en el amor.

El Poder del Anonimato y las Consecuencias Legales

La fuente Bardology es explícita al señalar que todos los personajes son anónimos (All five characters are nameless). Aunque los textos de origen no discuten directamente las "consecuencias legales", esta elección estilística tenía un doble propósito estratégico. Por un lado, evitaba posibles acusaciones de difamación si los personajes eran identificados con personas reales de la corte o la ciudad. Por otro, y más importante, confería a la historia un carácter universal, permitiendo que la audiencia se viera reflejada en la experiencia arquetípica de la seducción y el abandono, en lugar de en un escándalo específico.

El "Mensaje Oculto": Complejidad Psicológica en Lugar de Criptografía

El mensaje más profundo del poema es su atrevimiento al explorar temas que desafiaban las convenciones morales. Esta audacia resuena con la reflexión de Claudio Guillén sobre los Sonetos: el valor de Shakespeare al tratar "la no diferencia entre la amistad y el amor y, también, la no diferencia esencial entre el amor a la mujer y el hombre". El "mensaje" de "Queja de una Amante" encarna un atrevimiento similar, no en el ámbito del género, sino en su negativa a presentar una dicotomía simple de víctima y villano. Su radicalismo reside en explorar el turbio espacio psicológico donde el deseo y el autoengaño coexisten, donde la protagonista es consciente de la manipulación pero admite su posible reincidencia. Este rechazo a una moralidad clara era su verdadera novedad, tan subversiva como la ambigüedad que Guillén identifica en los Sonetos.

La Audiencia Jacobina: ¿Capacitados para Entenderlo?

Los receptores de la época sin duda habrían entendido la trama superficial de seducción y lamento, un tropo literario conocido. Sin embargo, la profunda ambigüedad psicológica del poema y, sobre todo, su final abierto, habrían resultado desconcertantes. En una era acostumbrada a narrativas con una moraleja clara —la virtud recompensada y el vicio castigado—, la confesión de la joven de que podría volver a caer en el mismo error desafiaba las expectativas. Esta negativa a ofrecer una lección sencilla es lo que dota al poema de una modernidad que quizás fue interpretada por su audiencia original de maneras muy distintas a como la leemos hoy. El valor del poema, por tanto, no reside en un secreto cifrado, sino en estas complejidades que cuestionan las certezas sobre el amor y el deseo, asegurando así su duradero y provocador legado.

Conclusión: El Legado de una Queja Inmortal

Al final de este recorrido, "Queja de una Amante" se revela como mucho más que un simple apéndice de los Sonetos o una nota a pie de página en la obra de Shakespeare. Es un poema denso, complejo y profundamente moderno, cuyo legado perdura precisamente por las preguntas que deja sin respuesta y las controversias que sigue generando. Los hallazgos clave de este análisis se pueden sintetizar en tres ideas fundamentales: 
1. Una Obra de Profundidad Psicológica: El poema ofrece un retrato matizado y sin concesiones de la seducción, el autoengaño y la naturaleza paradójica del deseo. Su exploración de una protagonista que es a la vez víctima y cómplice de su propia caída sigue siendo inquietantemente relevante para los lectores contemporáneos. 
2. Un Misterio de Autoría: La persistente controversia sobre su origen, avivada por los rigurosos análisis estilométricos modernos que cuestionan la autoría de Shakespeare, ha rescatado la obra de la indiferencia. Esta duda la ha convertido en un objeto de estudio crucial para entender los límites del canon y las herramientas de la crítica literaria. 
3. Un Legado de Rendición: Ya sea obra de Shakespeare o de otro maestro de su tiempo, el poder inmortal del poema reside en su exploración de la "dulce amargura de la rendición". Esta no es solo el tema del lamento de la protagonista, sino también la respuesta que exige de cualquier lector que intente resolver definitivamente sus misterios de autoría y significado. Al final, como la amante, debemos rendirnos ante su ambigüedad, una queja que, lejos de apagarse, sigue resonando con una fuerza inmortal a través de los siglos.


Preguntas Frecuentes (FAQ)

1. ¿Cuál es el tema central del artículo “Queja de una amante: qué cambia si lo escribió Shakespeare”?

El artículo explora cómo la atribución autoral —es decir, si Shakespeare es realmente el autor— influye en nuestra interpretación del poema “Queja de una amante”. Analiza si saber quién escribió algo modifica nuestro acercamiento, lectura y valoración del texto.

2. ¿Por qué es relevante cuestionar la autoría de una obra literaria?

Porque la figura del autor conlleva peso simbólico, autoridad crítica y valor cultural. Saber quién escribió una obra afecta nuestra percepción de su legitimidad, su contexto histórico, su transcendente literaria y nuestra relación emocional con el texto.

3. ¿Qué argumentos se presentan a favor de que Shakespeare podría o no haber escrito “Queja de una amante”?

El artículo revisa indicios estilísticos, contextos históricos comparativos, análisis literarios y debates de expertos. Examina similitudes con obras atribuidas a Shakespeare y diferencias en estilo, vocabulario y época para cuestionar la autoría absoluta.

4. ¿De qué manera cambia el valor de una obra si se le atribuye un autor famoso como Shakespeare?

Cuando una obra se atribuye a Shakespeare, suele recibir mayor prestigio, atención académica y difusión mediática. También genera expectativas estéticas mayores, pero puede desposeerse de voces menos conocidas que merecen reconocimiento.

5. ¿Es posible disfrutar o valorar una obra literaria sin saber su autor?

Sí. Aunque el nombre del autor puede influir, una obra puede ser valorada por su belleza, intensidad emocional, capacidad de reflexión y vigencia. El texto puede “vivir” por sí mismo más allá de su autoría.

6. ¿Qué papel juega el lector en esta discusión de autoría y significado?

El lector no es un espectador pasivo: interpreta, reescribe mentalmente, proyecta simbologías propias. Saber quién escribió impacta esas interpretaciones, pero el lector también renegocia sentido independientemente de la firma.

7. ¿El artículo ofrece una conclusión definitiva sobre quién escribió “Queja de una amante”?

No hay una conclusión absoluta. El autor del artículo propone que el acto de atribuir la obra a Shakespeare “cambia algo” —en el valor simbólico y en el modo de leerla—, pero deja abierta la interrogación sobre la certeza de la autoría.

8. ¿Por qué esa duda no disminuye la relevancia del poema?

Porque la duda misma abre nuevos sentidos, genera debate crítico, estimula lecturas alternativas y cuestiona nociones rígidas de autoría, lo que potencia el texto como objeto vivo y en constante reinterpretación.

9. ¿Qué implicancias tiene este análisis para estudios literarios más amplios?

Implica repensar la noción de autor, de canon literario, de historia del texto, del poder discursivo y de cómo operan las instituciones críticas. Invita a estudiar obras con espíritu flexible, consciente del “desplazamiento del autor”.

10. ¿Cómo puedo seguir profundizando en estos temas?

Leer estudios sobre teoría de la autoría, muerte del autor (Roland Barthes, Michel Foucault).

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